El pasado jueves 13 de noviembre se llevó adelante en Tandil una jornada de trabajo conjunto que reunió a productores de tambo y granjas porcinas, técnicos del INTA, asesores privados, estudiantes, docentes e investigadores universitarios. Del encuentro participaron más de 15 personas vinculadas al sector productivo y académico de la región.
Durante el taller, los participantes trabajaron en mesas de intercambio donde debatieron sobre los criterios necesarios para la gestión de los residuos generados en sus actividades —tanto líquidos como sólidos— y los principales obstáculos que enfrentan al momento de implementar buenas prácticas en sus establecimientos. El espacio permitió que los productores compartieran experiencias concretas de su realidad cotidiana, plantearan dudas y dialogaran con especialistas invitados, quienes aportaron conocimientos vinculados al tratamiento de efluentes y purines, el manejo de sólidos y el uso responsable del agua.
En este marco, participaron como invitados el Ing. Hernán Harispe, asesor agropecuario y productor lechero; la Msc. Karina García, del INTA CEI Barrow; la Msc. Guadalupe De Yaniz y la Dra. Silvia Mestelán, ambas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN).
La actividad se desarrolló en el marco de un proyecto de extensión de la UNICEN, coordinado por el CINEA junto al INTA AER Tandil y el INTA CEI Barrow, y contó con el acompañamiento del Área de Desarrollo Rural del Municipio de Tandil y de la Asociación de Productores Porcinos de Tandil (APPORTAN).
Asimismo, estudiantes de la Licenciatura en Diagnóstico y Gestión Ambiental de la Facultad de Ciencias Humanas participaron activamente como registradores y moderadores, colaborando en la sistematización de los intercambios y en el acompañamiento de cada mesa de trabajo.
El encuentro permitió construir conocimiento colectivo, integrar miradas diversas y avanzar en la elaboración de estrategias de gestión ambiental más sostenibles y adaptadas a la realidad productiva local. Como conclusión, surgió la necesidad de fortalecer un espacio permanente de intercambio que permita a productores, técnicos e instituciones continuar trabajando de manera conjunta hacia sistemas productivos más responsables y resilientes.
