El viernes 16 de agosto en el CCU se realizó el primer encuentro del Ciclo “Pensar el problema alimentario en Tandil” organizado por el Proyecto de Extensión UNICEN “Alimentación en la primera infancia” del Eje Salud del Observatorio Social de la Facultad de Ciencias Humanas. Ante un nutrido auditorio compuesto por estudiantes, docentes, trabajadores públicos, militantes y público en general, referentes de organizaciones comunitarias que abordan la cuestión alimentaria desde el trabajo en comedores y merenderos, expusieron su perspectiva y experiencia en relación al tema.
Del Conversatorio participaron referentes de La Poderosa, MTE-Patria Grande, Corriente Clasista y Combativa y Movimiento Evita, quienes expresaron sus puntos de vista sobre la situación alimentaria en la ciudad. Allí se habló de un escenario en el que la suspensión en la entrega de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano se inserta en un contexto de significativo aumento de la demanda, y tal como expresó Zulema Mango de La Poderosa en relación a los recursos con que cuenta, “nunca alcanza”. Donde, además, se observa un cambio en la composición de la población que asiste a los comedores y merenderos, con una mayor presencia de adultos mayores y de personas con trabajos registrados. En este sentido, Susana Díaz del MTE comentó, “…lo que antes era el merendero que solo lo disfrutaban niños, hoy están las familias completas, muchos abuelos, adultos mayores”. Por su parte, Paola Quero del Comedor Los Tatu de Movediza II, señaló “…hoy no estamos atendiendo al sujeto que atendíamos antes, a las familias más vulnerables sino al trabajador formal que hoy paga el alquiler o paga la luz, destina su sueldo para los servicios y no tiene para comer”.
Además se revalorizó el rol social de los comedores y merenderos al alimentar el vínculo comunitario y ser espacio de encuentro, acompañamiento, resistencia y abordaje de múltiples problemáticas barriales (violencias, consumos problemáticos, etc.). En este sentido, se reiteraron los reconocimientos a las trabajadoras sociocomunitarias que sostienen cotidianamente estos espacios, poniendo sus cuerpos, tiempos y hasta plata de su bolsillo para “parar la olla”. Particularmente se resaltó el papel que cumplieron durante la pandemia.
Asimismo, también se hizo referencia a algunas propuestas e iniciativas que vienen impulsando como el proyecto de ordenanza para crear un registro de comedores y merenderos de la ciudad, o la construcción de un cordón verde que, como planteó Esteban Lucero de la CCC, “…abarataríamos los alimentos porque en vez de ir a buscarlos a (…) otro lado lo tendríamos acá, mejoraríamos mucho el tema ambiental y tercero daríamos trabajo”.
Este fue el primero de tres encuentros que tienen como objetivo construir colectivamente una caracterización del estado de situación de la problemática alimentaria en la ciudad, con particular atención a la realidad de los barrios periféricos, y darle visibilidad pública a una cuestión que se ha visto agravada en los últimos meses, al tiempo que se apuesta al fortalecimiento de las redes que vienen haciendo frente a la problemática. El próximo conversatorio buscará convocar a trabajadores de instituciones públicas para que cuenten su experiencia desde distintas dependencias y estamentos estatales.